Mi Patria
Allí está sobre el helado pedestal antártico
erguido el porte, mirando el porvenir
orlados sus cabellos, de lauros inmortales
que sus valientes hijos supieron conseguir.
¡Miradla! Es fuerte y bella.
La arrullan las vidalas
la alegran los malambos
le canta el payador.
Sonríe con las notas de la guitarra gaucha,
solloza con la quena del coyita pastor.
Su brazo extiende al mundo.
Como cofia de frutos
que de mesopotámica naranjas de oro son.
Cimentan su grandeza
las lanas y el petróleo
que de la Patagonia son lo mejor.
Es su vientre fecundo Buenos Aires
metrópoli orgullosa de incesante avanzar
y es su corazón dulce, fruto de cañaverales
del jardín de su alma, dichoso Tucumán.
De cuyo ricos vinos, de Salta Minerales,
algodón y maderas su pecho abrigarán
y de todos sus centros hijos fuertes y sanos
que por mantenerla libre
hasta su sangre darán.
Sólo un dolor agobia
la espalda de mi tierra
es la aridez de la puna
que la inclina hacia el mar.
Bendiga Dios mi Patria
por siglos y por siglos
¡Mil veces soberana
La canto en mi cantar!
Allí está sobre el helado pedestal antártico
erguido el porte, mirando el porvenir
orlados sus cabellos, de lauros inmortales
que sus valientes hijos supieron conseguir.
¡Miradla! Es fuerte y bella.
La arrullan las vidalas
la alegran los malambos
le canta el payador.
Sonríe con las notas de la guitarra gaucha,
solloza con la quena del coyita pastor.
Su brazo extiende al mundo.
Como cofia de frutos
que de mesopotámica naranjas de oro son.
Cimentan su grandeza
las lanas y el petróleo
que de la Patagonia son lo mejor.
Es su vientre fecundo Buenos Aires
metrópoli orgullosa de incesante avanzar
y es su corazón dulce, fruto de cañaverales
del jardín de su alma, dichoso Tucumán.
De cuyo ricos vinos, de Salta Minerales,
algodón y maderas su pecho abrigarán
y de todos sus centros hijos fuertes y sanos
que por mantenerla libre
hasta su sangre darán.
Sólo un dolor agobia
la espalda de mi tierra
es la aridez de la puna
que la inclina hacia el mar.
Bendiga Dios mi Patria
por siglos y por siglos
¡Mil veces soberana
La canto en mi cantar!
Beatríz Viglietti de Parisi - Maipú.
Efemérides para Maestros – Ed. Marymar 1968
Si este post fue de tu agrado, no dudes en suscribirte al feed de El Amigo y así podrás leer futuros artículos a través de tu lector de feeds.
¡Qué lujo haber preservado esa foto y qué sensible poema el de la poeta local! Una magnífica entrada para hacerle honor al Bicentenario, que desde estas tierras lejanas se siente inmensamente emotivo.
ResponderEliminarUn saludo y mis felicitaciones.
D.Sachella
Estimados amigos, muchas gracias por vuestra tarea, y los esperamos para que juntos celebremos la fecha fundacional de nuestra localidad Las Armas. Muchas gracias.
ResponderEliminarMillie Artiñano
Hola amigo Tito, felicitaciones por esta magnifica entrada de post, un lujo imagen poema y homenaje genial ...
ResponderEliminarGracias por tu visita y comentario dejado en mi blog tu blog amigo .
Un abrazo de MA con cariño y amistad sincera.