Los versos fueron donados al Museo por el payador y cantor Raúl Uribe en el año 1999.
Cuadro de la pulpería, realizado por el artísta plástico Horacio Muñoz, donado al Museo en.Agosto de 2004
La famosa pulpería
llamada Santa Isabel,
historia del tiempo aquel
llamada Santa Isabel,
historia del tiempo aquel
con tristezas y alegrías,
más vale un siglo, diría,
que tiene como existencia
y mantiene la presencia
desde el día que su dueño
le puso todo su empeño
pa' atender la concurrencia.
Juan Courreges, el propietario,
mil ocho noventa y tres,
y se mantiene a su vez,
que tiene como existencia
y mantiene la presencia
desde el día que su dueño
le puso todo su empeño
pa' atender la concurrencia.
Juan Courreges, el propietario,
mil ocho noventa y tres,
y se mantiene a su vez,
a pesar del centenario,
qué paraje extraordinario
para el tiempo de la yerra.
esa "tabiada" que encierra
qué paraje extraordinario
para el tiempo de la yerra.
esa "tabiada" que encierra
la alegría del gauchaje
por eso que ese paraje
a su recuerdo se aferra.
Un paisano sin revés
que fue su segundo dueño,
por trabajar puso empeño
ese fue Don Juan Tisnés.
Pero, cansado, tal vez,
fue que el hombre la dejó,
por eso que la pasó
a dos colegas amigos,
se los nombro y hay testigos,
Lostra y Miguel Miquelo.
También Esteban Tisnés
con Mendoza se enyuntaron,
así fue que comenzaron
a trabajar otra vez.
Y cerrada fue después,
muy poco, una temporada,
vino Meoqui y la reabrió,
en el treinta se vendió:
a Jauri, fue negociada.
Desde el cuarenta al cincuenta
tuvo nuevos inquilinos,
en la cruz de dos caminos,
quedan selladas sus mentas,
puede ir sacando la cuenta
de tantas cosas, tal vez...
Cambió de dueño después,
y es bueno que se lo marque,
uno Don Pedro Lamarque
y, el otro, Don Juan Tisnés.
La firma Ríos y Baños
en el cincuenta arrancó,
y, hasta el día en que cerró
ya han pasado muchos años,
pero las rejas de antaño
se conservan como ayer
y, si usted las quiere ver,
está muy junto al camino,
testimonia lo argentino,
que no debemos perder!
Raúl Uribe - Maipú; Mayo de 1999
por eso que ese paraje
a su recuerdo se aferra.
Un paisano sin revés
que fue su segundo dueño,
por trabajar puso empeño
ese fue Don Juan Tisnés.
Pero, cansado, tal vez,
fue que el hombre la dejó,
por eso que la pasó
a dos colegas amigos,
se los nombro y hay testigos,
Lostra y Miguel Miquelo.
También Esteban Tisnés
con Mendoza se enyuntaron,
así fue que comenzaron
a trabajar otra vez.
Y cerrada fue después,
muy poco, una temporada,
vino Meoqui y la reabrió,
en el treinta se vendió:
a Jauri, fue negociada.
Desde el cuarenta al cincuenta
tuvo nuevos inquilinos,
en la cruz de dos caminos,
quedan selladas sus mentas,
puede ir sacando la cuenta
de tantas cosas, tal vez...
Cambió de dueño después,
y es bueno que se lo marque,
uno Don Pedro Lamarque
y, el otro, Don Juan Tisnés.
La firma Ríos y Baños
en el cincuenta arrancó,
y, hasta el día en que cerró
ya han pasado muchos años,
pero las rejas de antaño
se conservan como ayer
y, si usted las quiere ver,
está muy junto al camino,
testimonia lo argentino,
que no debemos perder!
Raúl Uribe - Maipú; Mayo de 1999
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