De 1950 a la fecha.
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El primer taxi en Maipú, según el historiador Iver E Gramigna, data de 1914, lamentablemente se han perdido los nombres de los integrantes de la foto, entre los que está el dueño del taxi. |
Agapito Pérez, Sr. Devinchenti, Luis Artiñano, Martiniano Morales, Julio Buchicardi, Gregorio Martínez, Adolfo Delfino, Carlos A. Álvarez, “Vasco” Goicoechea, Néstor M. Casamayor, Julio Giacosa, Arturo Laturraga, Ricardo Lúquez, Mario González, “Quitito” Goizueta, Jorge Rojas, Gilberto Clementino Delorte (Atilio), Sr. Manterola en (Labardén) Salvador González en (Las Armas), Juan Vincent, Carlos Cuvillier, Vasco Etcheber, Sr. Canaza, Alfredo Fernández, Mario Bentaberry, Daniel Moschini, Oscar Tetaz, Horacio Irazábal (“Vasco”), “Pichirica” Alegre, Raúl H. Morales “Coco”, Carlos Araujo, Rubén Araujo, Raúl Miqueo, Pedro H Menchaca “Pirucho”, Ricardo Lúquez (hijo), Serafín Cabrerizo.
Miguel Barrios, Aníbal A Aizpitarte,
Walter O Peliza, “Pichón” Peláez, Marisa Castro, Mabel Oldoni, Sra.Falcona de
Martínez, Armando Duhalde, José Macchi, Ariel Cowe, “Chiche” Cowe, Elías Álvarez.
“Pichi” Bertarelli, Daniel Delarosa, Miguel
Varela, Eduardo Garbovetzky, Remis Moran, Antonio Salido, Remis La Unión , Luis M Bonavida, “Tunda”
Abel Estigarribia, Alexis Suárez, José M.
Sisini, Miguel Pecarrere, Remis El “Turco”, María L Herlax (Labardén).
Algunas de las paradas más conocidas eran:
confitería “El Águila” calles Alsina y
Belgrano, confitería “Maipú” calles Sarmiento y Belgrano, confitería “Galber”
Madero 453, Estación Ferrocarril, Ramos Mexía 350, Hospital, Lavalle 1140.
Anécdotas varias
En unos de los tantos viajes que Don
Julio llevaba una cuadrilla de
esquiladores a un campo de Labardén preocupado
y distraído por los truenos y la tormenta que se avecinaba no se dio cuenta de
las tantas y pronunciadas curvas que contaba ese camino, terminó chocando los
viejos alambrados quedando encajado en una laguna…
Corrían los años 60, el Sr. Devinchenti
contaba con una Ford A modelo 29, forma rectangular color marrón, con porta
equipaje arriba del techo, era un Sr. muy comunicativo, un cliente se hizo
llevar unas cuadras hasta la sección quintas, terminado el recorrido le
pregunta cuánto debía, recibiendo como respuesta: "¡Qué te voy a cobrar! dame 200 pesos...."
La juventud de los años 70 viajaba a menudo
a los bailes de estancias y de clubes de la zona, como por ejemplo a los de los
clubes Social y Atlético Labardén, muchos querían viajar con Don Juan, por lo
rápido y seguro, en una recta a mitad de camino un pájaro impacta en el
parabrisas, José L. Casinelli que iba en el asiento delantero asustado gritó “La paloma”.
Causó risas de los acompañantes amigos ya
que de noche era muy difícil que hubiera sido ese pájaro.
Los taxistas del momento eran una de las
posibilidades para viajar, si estos estaban ocupados, la última alternativa era
quedarse en la confitería “Galber” ya que en las primeras horas de la madrugada
solía salir algún servicio de la empresa funeraria “Capra Hnos". Llegaba el
chofer, Sr. Otazúa a la confitería a tomar un café, buscando acompañantes amigos
que pernoctaban en el lugar y de esa forma era aprovechada para que estos
jóvenes no se perdieran los bailes de
esta zona.
El Sr. Otazúa tenía un dicho mientras se
frotaba las manos decía “deseo que nunca muera nadie... pero que a mí no me falte
el trabajo…"
Este es un recuerdo y reconocimiento a
los taxistas y remiseros que ya no están y a los que a diario conviven con
nosotros.
Carlos A. Santarone
Maipú 19-03-2012
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